lunes, 7 de junio de 2010

Una llama que consume...

Los ecos
se llenaron
de sentido
cuando
tu palabra
ardió.

Las sombras
se esfumaron
en suspiros
y el conjuro
del silencio
en mi boca
se asfixió.

Una llama
que consume
desde el miedo
hasta la duda
se hizo carne
en mi cordura
y ya nada
me importó.

Silvia Rodríguez Ares
7/06/2010

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