domingo, 21 de abril de 2013

Lobos





Lejos, la manada de tus lobos.

Yo me acerco, la cautiva oveja,
 a tus fauces dulces.

Podríamos hablar
mientras el sol deleita tus colmillos.

De mi cuerpo
soy la dueña inverosímil.

Y tu lengua, tan fugaz,
destella el fuego de un insecto irresistible.

Seríamos perfectos, si este mundo
nos amara.


Silvia R. Ares
21/4/2013

2 comentarios:

  1. Mujer salvaje, loba,
    enséñame una cosa,
    una cosa del alma;
    enséñame
    las letras de mi aullido
    para encontrar
    la voz de mi manada.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Horacio!!!
    tus versos me acompañan.

    ResponderEliminar