La noche
se refleja
fría
sobre
mi inquietud.
La mirada
vacía,
los misterios
que callan
y la luna
que vuelve
para
hablarme
de tu boca,
de tu risa,
de tus manos,
del destello
nacarado
de tu piel
a contraluz.
Y mis ojos
sin dueño
que aún
persiguen
el sueño
de espejarse
en tu luz,
se cierran
al recuerdo,
a la noche,
a la luna,
a todo
lo que calla,
a todo
lo que nombra,
y deambulan
perdidos
entre
la multitud.
Silvia Rodríguez Ares
12/06/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario