es un
abrigo
en la
mañana
más
fría
y la luz
de la
esperanza
casi
-creo-
que me
alcanza
para
llegar
a los
ojos
tan
helados
de este
invierno
al que
envuelvo
con un
soplo
y le
pido
que sea
dulce
que sea
corto
que sea
tierno
y no
congele
los gestos
ni los cuerpos
ni las almas
de los que
están
en las
calles
y no
tienen
un lugar,
sólo
el cielo
y el
asfalto,
que es
muy
duro
en soledad.
Silvia Rodríguez Ares
21/06/2010
abrigo
en la
mañana
más
fría
y la luz
de la
esperanza
casi
-creo-
que me
alcanza
para
llegar
a los
ojos
tan
helados
de este
invierno
al que
envuelvo
con un
soplo
y le
pido
que sea
dulce
que sea
corto
que sea
tierno
y no
congele
los gestos
ni los cuerpos
ni las almas
de los que
están
en las
calles
y no
tienen
un lugar,
sólo
el cielo
y el
asfalto,
que es
muy
duro
en soledad.
Silvia Rodríguez Ares
21/06/2010
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