aquí
sigo
esperando
para
beber
la noche
en tu
copa
dorada
de cristalino
ardor
Y
ahora
es
tanta
la sed
de mi
boca
que
mi piel
es un
río
de
lenguas
fulgentes
que
quieren
saciarse
en la
copa
anhelada
y
mientras
esperan
destilan
pasión.
Silvia Rodríguez Ares
5/07/2010
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