Mi rosa
Sangrar
con la
rosa
hasta
la
última
gota
de rocío
que se
escapa
de mi
boca
envenenada
en el
perfume
del
ayer.
Sangrar
con la
espina
en el
dulce
tormento
enamorado
de un
recuerdo
allí
clavado
por tus
ojos
en la
infinta
noche
que no
duerme
-ya no
duerme-
hasta
que
cures
esta
herida
de mi
rosa
con tu
piel.
Silvia Rodríguez Ares
6/7/2010