disimula
y anda
por la vida
pisando
baldosas
llenas
de miserias,
salpicando
el barro
con el mismo
barro
-o con
otro
peor-
Y hasta
se convence
de la maravilla
que le da
la espalda
cuando
uno se mira
en la cara
bella
de la gente
buena
que
siempre
se va.
Y pasan
los sueños
y uno
entonces
duda
y piensa
si acaso
cruzó
por las calles
muy a
contramano
o si estos
anteojos
son para
otros
ojos
que vean
mas allá.
Silvia Rodríguez Ares
30/7/2010
y anda
por la vida
pisando
baldosas
llenas
de miserias,
salpicando
el barro
con el mismo
barro
-o con
otro
peor-
Y hasta
se convence
de la maravilla
que le da
la espalda
cuando
uno se mira
en la cara
bella
de la gente
buena
que
siempre
se va.
Y pasan
los sueños
y uno
entonces
duda
y piensa
si acaso
cruzó
por las calles
muy a
contramano
o si estos
anteojos
son para
otros
ojos
que vean
mas allá.
Silvia Rodríguez Ares
30/7/2010