las caricias
de la noche
en el fuego
que se enciende
con las llamas
del placer.
El placer
es un oleaje
incandescente
que desborda
nuestros cuerpos
y los vuelve
transparentes,
lluvia ardiente
de locura,
desatino,
inmediatez.
Silvia Rodríguez Ares
4/06/2010
Derechos de Autor Reservados - 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario