No rompas mi manera de decir.
Cuando yo quiebro la noche,
quiebro el alma porque no puedo crecer.
Y estallan las palabras en fragmentos,
en pequeñas fiestas para nadie,
en luces que no tienen ojos,
en sangre seca.
Soy yo con estas voces.
Releo abecedarios y construyo
sobre un cuerpo fracturado.
Ya lo sé.
No queda tiempo.
Pero un golpe no me ayuda.
Otro golpe tuyo no.
Silvia Rodríguez Ares
3/3/2013