Escribo escribo
Los demonios no se apartan
Se agolpan en las manos en los ojos
en el blanco de los dientes
No me ayudan
Proclaman que jamás me leerían
ni en el fuego ni en el cielo
ni en la cama
Pero insisten
en que es bueno
que yo escriba
Silvia Rodríguez Ares
27/9/2013
Foto: © Radovan Skohel