Como el niño
en una plaza a oscuras
Tal vez el miedo
sea el límite
Mi juego era inocente:
mirar y no llorar
Ahora que no hay luz
podría
gritar y ser los ojos del vampiro
Pero no
No sé si el miedo
o la sangre que se apiada del verdugo
Silvia Rodríguez Ares
7/10/2013
Foto: © Samanta
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