Las manos que rodean mi cintura
son las tuyas.
Yo no soy la misma,
algo se rompió
dentro del tiempo de mis ojos
y en la sangre que perdí.
La piel es otra piel:
es ésta, ahora es mía.
Tu piel, no sé,
de quién será.
Silvia R. Ares
23/3/2013
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