que el amor
descanse
demasiado
habría
que pasearlo
en las mañanas
que camine
con nosotros
mientras
vamos
al trabajo
que se meta
en los cajones
de los escritorios
que revuelva
los papeles
que los rompa
que conteste
celulares
que equivoque
los mensajes
que transgreda
los teclados
porque
él puede
y si quiere
dejar
flores
en lugar
de los informes
nadie
va a decirle
nada
hasta
creo
que unos
cuantos
tratarán
de conquistarlo
con propuestas
indecentes
para
llevárselo
a casa
cuando
se hagan
las seis.
Silvia Rodríguez Ares
25/8/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario