Sangran los cipreses
lastimados por la luz crepuscular.
Ando a paso lento
en la hojarasca ya sin huellas.
(¿Guardará el silencio
este vano recorrido
que despide sombras?)
Una voz se oculta
en la espesura,
un presentimiento
de que nada romperá
el hechizo.
Porque el aire negro crece
y no se inmuta
ante mi piel herida.
Sólo algunas gotas de rocío,
en esta noche,
se atrevieron a brillar.
Silvia Rodríguez Ares
26/2/2011
Qué hermosura, Silvia!. Me encantaron la poesía y la imagen que elegiste!!!. "Sangran los cipreses
ResponderEliminarlastimados por la luz crepuscular".Me hizo volar.Un placer!!
Termino mi mensaje anterior: un abrazo!. Amalia
ResponderEliminarGracias, Amalia! Un placer que visites mi blog, besos!!!
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