porque la noche que me encerraba
en su negror mortal
ha huido"
(versos de W. Blake citados por
A. Pizarnik en su poema "Desde esta orilla")
La extremada mansedumbre del silencio
se acomoda en un rincón del cuarto
y se adormece envuelta en un destello.
Es oscuro el tiempo del reproche,
de las voces afiladas, la asonancia del desdén...
Pero cuando la cadencia se hace blanca
transparenta el vientre de la noche
-y la boca que lo besa-.
El negror mortal se abre en una leve
sinfonía de palomas que ilumina la piel.
Silvia Rodríguez Ares
31/3/2011
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